La Comisión sobre la Libertad Religiosa Internacional de los Estados Unidos (USCIRF) ha incluido a la India en la «Watch list», que es la lista de países donde las minorías religiosas sufren discriminaciones graves. La USCIRF ha pedido además al presidente Obama que presione al gobierno de Nueva Delhi, el cual “merece ser puesto en dicha lista debido a su absolutamente inadecuada respuesta a los actos de violencia de fundamentalistas hindúes contra los musulmanes en Gujarat, en el 2002, y contra los cristianos en Orissa, años 2008-2009”. Al conocer estos hechos, el gobierno del país asiático ha reaccionado mostrando su rechazo al informe y a la posible medida. El gobierno de la India ha mostrado además su enfado por haber sido incluido en esta lista, en la que tienen el dudoso honor de estar países como Paquistán, Afganistán, Indonesia y Somalia. Vishnu Prakash, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores indio describió la inclusión en la "Watch List" como “aberrante” y como “una intromisión indebida en los asuntos internos” de su país. Sin embargo, Babu Jospeh, portavoz de la Conferencia Episcopal de los Obispos de la India, aseguró que la decisión de la USCIRF es "una clara indicación del aumento de la preocupación de la comunidad internacional por la incapacidad de la India de tomar medidas correctoras decisivas para cortar de raíz la intolerancia religiosa".