La práctica homosexual que ahora quiere difundirse en escuelas y colegios del país, con apoyo del MEC
martes, 18 de agosto de 2009
, Posted by Agencia la Voz at 0:05
PARAGUAY-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Una de las características de nuestro tiempo es la persistencia de hechos y actos de violencia similares –y hasta peores– a los de otras épocas de la historia, pero con un factor adicional clave: la sutileza. Es decir, acciones con componentes violentos y agresivos, pero que no lo parecen. En ese marco están las nuevas dictaduras que van imponiéndose, no a través de las armas –aunque no faltan casos–, sino con leyes sustentadas en intereses puramente ideológicos o económicos; lejos de las auténticas necesidades ciudadanas. Y ese también es el caso de la práctica homosexual que ahora quiere difundirse en escuelas y colegios del país, con apoyo del MEC.
Y el problema radica en que la corriente de pensamiento que plantea estas prácticas como opciones u orientaciones sexuales a nivel mundial, no respetan culturas, tradiciones ni coyunturas históricas; hay una agenda, y ella debe cumplirse, y cualquier oposición o crítica al respecto es calificada de discriminativa y/o retrógrada. Es decir, hablamos de una nueva forma de violencia, una dictadura que instala su pensamiento a la fuerza y sin reparos, y que en nombre de la no discriminación termina discriminando, marginando y hasta cercenando el derecho a la libre expresión. Y voy a los ejemplos.En España se estudia la creación del delito de homofobia, a través del cual el que afirme en público que la homosexualidad no es normal o que la unión de dos hombres no es matrimonio, podrá ser encarcelado. También en ese país se obliga a las escuelas a desarrollar actividades para niños de 10 a 12 años en las que se plantean la diversidad sexual y sus opciones: homosexualidad, heterosexualidad y bisexualidad, transexualidad, etc., etc. Se trata de una violencia estatal, una violación a la libertad de la familia y los padres, quienes son los primeros y principales responsables de la educación de los hijos.También podemos recordar el caso anecdótico de Carrie Prejean, Miss California, quien, ante la consulta de un miembro gay del jurado, respondió que en su opinión el matrimonio sólo debe realizarse entre un hombre y una mujer. Estas palabras, coincidieron los medios, le costó la corona de Miss Estados Unidos.Además hay que decir que la cuestión de la normalidad en este ámbito todavía sigue en debate, con posiciones encontradas. Por ejemplo, el estadounidense Joseph Nicolosi, PhD, fundador y director de la Asociación Nacional para la Investigación y Terapia de la Homosexualidad, señala que ningún estudio ha demostrado aún la existencia de alguna base biológica o de algún gen gay o del cerebro gay, como se mencionaba 20 años atrás en EEUU; es una cuestión emotiva, dice. "La normalidad es aquello que cumple una función conforme al propio diseño o función del cuerpo humano; esto es el concepto de ley natural, y en este sentido la homosexualidad no puede ser normal, porque la anatomía de dos hombres, los cuerpos de dos hombres, o dos mujeres, no son compatibles", afirma el especialista. Aquí no se trata de discriminación –cosa que nadie debe apoyar–, sino de evitar medias verdades o eufemismos. Hablamos de una cuestión compleja que no puede ser introducida en las instituciones por simple presión de los organismos internacionales, y menos sin el total consentimiento de los padres; la libertad de la educación es vital para el desarrollo de una sociedad. El tema requiere de un análisis integral que considere todos los aspectos de la realidad social y cultural, pues lo que está en juego –entre otras cosas– es nada menos que el desarrollo físico y mental de nuestros hijos, del presente y futuro del país.
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