Las campañas de concienciación no parecen dar los resultados deseados, pues cada año son mas las mujeres que deciden abortar. Llama la atención, sobre todo, el creciente aumento de esta práctica entre las más jóvenes. 22 niñas menores de quince años abortaron en 2008 en la Comunidad, exactamente el doble que el año anterior. La mitad eran españolas y casi la otra mitad procedían de países del continente americano. El 16 por ciento del total (537) eran adolescentes menores de veinte años.
Es entre los 20 y 24 años donde se acumula el mayor drama: 890 vidas interrumpidas sólo en doce meses, a las que hay que sumar las 763 segadas en madres de entre 25 y 29 años.
Una de las principales preocupaciones se centra en el peligro que entraña considerar el aborto una práctica anticonceptiva. Y los datos del Informe de interrupción voluntaria del embarazo publicados por el Ministerio de Sanidad y Política Social reflejan esta peligrosa tendencia. Y es que más del 21 por ciento de las mujeres que abortaron ya lo habían hecho con anterioridad alguna vez más. 558 ya habían sufrido otro aborto provocado, 110 habían recurrido a esta práctica en otras dos ocasiones precedentes, 29 acumularon en 2008 su cuarto aborto y 16 ya suman en su historial clínico al menos cinco.
Ser madre es algo que para la inmensa mayoría de las mujeres que abortaron no entraba en 2008 en sus planes, pues más del 64 por ciento (2.148) no tenían hijos.
Que las políticas de prevención aún están muy lejos de acabar con esta lacra social queda demostrado en que más de tres cuartas partes de las mujeres que abortaron en Castilla y León en 2008 no pasaron por un centro de planificación familiar y que casi la misma proporción no recurrió ni a un centro sanitario público ni privado para informarse. De hecho, a tenor de la estadística, la inmensa mayoría lo tiene muy claro y decide abortar antes de que el feto cumpla la octava semana de gestación.

Más solteras
Es una práctica más habitual entre las solteras. 2.455 abortos correspondieron a mujeres en este estado civil, mientras que 706 estaban casadas cuando decidieron abortar. El informe apunta que la mayoría (2.010) son trabajadoras a sueldo, la misma situación laboral que tenían sus parejas. El informe también apunta que 547 eran estudiantes.
Más de siete de cada diez que decidieron abortar (2.415) eran españolas y una cuarta parte extranjeras, la mayoría americanas.
En cuanto al nivel formativo, abarca desde mujeres analfabetas (las menos) hasta otras que tienen estudios universitarios, aunque el mayor grupo lo componen las que tienen estudios de primer y segundo grado.
Por provincias son las más pobladas, Valladolid y León, en las que más abortos se practicaron: 866 y 772, respectivamente. Bastantes más que en otras de las «grandes» como Burgos (496) y Salamanca (237). Cifras muy superiores a las del resto de provincias. Soria fue donde menos: 157.