Dijeron que el informe omitió abusos serios. Mientras un delegado chino de la censura aseveraba ante la ONU que China nunca permitirá la tortura contra los miembros de religiones u otras minorías, la carta abierta escrita por el Abogado Cristiano Gao Zhisheng –a quien las autoridades arrestaron en su casa en la provincia de Shaanxi el 4 de febrero– relataba 50 días de golpes y choques eléctricos en su boca y genitales administrados por rufianes contratados por el estado que lo dejaron con deseos de morir.
La Asociación de Ayuda a China (China Aid Association o CAA) dijo que fue autorizada a publicar la carta, escrita el 28 noviembre, 2007, mientras Gao estaba bajo arresto domiciliar en Pekín. Actualmente se desconoce el paradero de Gao, según la CAA.
Gao dijo que sus captores oficiales –algunos de ellos que el reconoció– se referían a un informe que él había escrito anteriormente con respecto a la tortura de miembros del Falun Gong y le advirtieron que estaba por recibir el mismo tratamiento.
Ellos orinaron sobre Gao y punzaron su cuerpo, boca y genitales repetidas veces con bastones eléctricos. Otros métodos empleados fueron demasiado gráficos y “horribles” para describir, dijo Gao.