Sus amigos son más adictos que él, dice. Ha visto cómo muchos de ellos han muerto por consumir drogas, pero a él no parece importarle: continúa fumando un “porrito” a la semana.

Como Lorenzo, hay más de 72.890 personas que consumen marihuana y más de un millón que señalan haber probado alguna vez, según la última encuesta de Cedro (2007). Pero no solo eso: la “hierba” es la droga ilegal más consumida entre los jóvenes que tienen de 19 a 29 años. *

¿LEGALIZAR O NO?*
A principios de este mes, el alcalde de Surquillo, Gustavo Sierra, lanzó la propuesta de empadronar a los adictos para venderles droga de manera legal. Sin embargo, su iniciativa encontró rápidamente muchos opositores, y abrió un debate que ha puesto sobre el tapete el tema de la legalización o no de las drogas en el Perú.

La propuesta de Sierra se basa en dos aspectos. En primer lugar, que la legislación peruana es “hipócrita” en torno a la tenencia legal de drogas. “Indica las cantidades máximas permisibles de estupefacientes, pero no dice dónde conseguirlas. Esta ley acepta la condición de enfermos a los adictos, pero los obliga a conseguir droga en el mercado negro, con lo cual se alienta la microcomercialización informal y la delincuencia”, dice Sierra.

Cabe advertir que nuestra legislación no penaliza el consumo de droga, sino que la considera una enfermedad, como la ludopatía o el alcoholismo. La ley 28002 (2003) y el Decreto Legislativo 982 (2007) señalan: “No es punible la posesión de droga para el propio e inmediato consumo en cantidad que no exceda de: 5 g de PBC, 2 g de clorhidrato de cocaína, 8 g de marihuana o 2 g de sus derivados, 1 g de látex de opio o 200 mg de sus derivados y 250 mg de éxtasis (y sus derivados: MDA, MDMA, metanfetamina o sustancias análogas)”.

El segundo aspecto que plantea Sierra es el empadronamiento de los drogodependientes para ser tratados en los establecimientos de salud.

NO A LA DROGA
Para Milton Rojas, coordinador del programa Lugar de Escucha de Cedro, la propuesta de Sierra no tiene pies ni cabeza. “Si ahora mismo el Ministerio de Salud no puede afrontar el problema de las drogas, ¿cómo haría si se llega a empadronar a los adictos?”, pregunta.

Además advierte que hay una corriente de desinformación tremenda. Por ejemplo, señala, ahora ya nadie consume solo una droga, sino varias al mismo tiempo. Por eso puede hablarse de policonsumo. “Si se legaliza la marihuana, habría que legalizar la PBC, la cocaína, las anfetaminas, etcétera”, reflexiona.

El presidente de Devida , Rómulo Pizarro, también se opone radicalmente a esta iniciativa. “La marihuana de ahora no es la misma que fumaban los hippies en los años sesenta. La de hoy es siete veces más adictiva porque ha sido mejorada genéticamente. Sus efectos son mayores”, remarca.

Sin embargo, uno de los aspectos rescatables de toda esta propuesta es que ha generado un debate en cuanto a los vacíos legales sobre drogas.

Santiago Alfaro, sociólogo y docente de la Universidad Católica , se muestra a favor de la legalización de algunas drogas, como la marihuana o la cocaína. “Ahora las drogas generan delincuencia y mafias organizadas. Además, basándonos en el criterio liberal, el Estado debería dejar que el individuo decida por sí mismo”, refiere.

Agrega que el consumo de la droga ha cambiado a través de los años. “En los años sesenta se consumía como un medio para experimentar nuevas sensaciones. Muchos músicos se drogaban para componer canciones, por ejemplo. Ahora se consume para pertenecer a un club, a una comunidad, se utiliza como un fin en sí misma”, expresa.

El debate está abierto, los argumentos esbozados. Solo esperemos que se llegue a una buena solución.

¿Cómo es en otros países?
Mientras en Costa Rica —como en Ecuador y Chile— el consumo de drogas es legal (aunque no su comercialización), en Colombia se está debatiendo el consumo y tenencia de la marihuana y otras drogas.

Asimismo, los ex presidentes Henrique Cardoso (Brasil), Ernesto Zedillo (México) y César Gaviria (Colombia) han lanzado una propuesta para despenalizar el consumo de marihuana.

En EE.UU., bajo las leyes federales, poseer, consumir, vender o cultivar la marihuana es ilegal. Sin embargo, la legislación californiana, por ejemplo, permite que un paciente crónico tenga para su consumo hasta seis plantas y una cantidad limitada de la hierba procesada, amparado en una receta médica.

En Holanda se despenalizó el uso de la marihuana en 1976, aunque no se legalizó por completo. En este país, donde la posesión de hasta 30 gramos de cannabis es legal, funcionan 700 cafeterías especiales (“coffeshops” para el consumo).