Refutado artículo del Newsweek a favor del matrimonio homosexual
viernes, 13 de febrero de 2009
, Posted by Agencia la Voz at 0:09
EE.UU-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Lisa Miller editora del segmento religiones de la Revista Newsweek, trató de crear un artículo ‘bíblico’, sacandolo en portada con el titulado, “Our Mutual Joy” que traducido es “Nuestra Felicidad Mutua” a favor del matrimonio homosexual, el 15 de Diciembre del 2008.
Virtualmente cada Navidad y Semana Santa, la media norteamericana se ocupa en el rito semi-religioso de desafiar las nociones tradicionales sobre Dios, religión y moralidad. Para la sorpresa de uno, el sermón de esta temporada fue predicado en el artículo de portada escrito por Lisa Miller en la revista Newsweek. “Nuestra Felicidad Mutua”, que vanamente intenta crear un caso a favor del matrimonio para homosexuales y ‘devolver la pelota’ a los defensores del matrimonio tradicional.
Este artículo poco interesante ofrece nada más que puntos caídos en la ignorancia y pasados de moda, a favor del homosexualismo. El hecho que Miller falla completamente en emplear evangélismo básico, y en usar los textos bíblicos sobre el matrimonio tradicional, es un deslumbrante incumplimiento a lo largo de su trabajo. En lugar de eso, al lector se le ofrece nada más que conclusiones de eruditos progresivos, argumentos pobremente razonados y hechos erróneos.
El acercamiento contradictorio es el error más agregio en su homilía. Por ejemplo, ella opina que “la Biblia fue escrito para un mundo tan diferente al nuestro, que es imposible aplicar sus reglas, tal como son, a nuestro tiempo.” Ella luego añade “no podemos mirar la Biblia como un manual de matrimonio, en contraste podemos leerla por sus verdades universales…” No obstante, en el subtitulo de su artículo y a lo largo de su escrito ella asevera que la Biblia “argumenta” a favor de su posición y luego intenta aplicar su cenagoso entendimiento de las reglas bíblicas del “amor” al problema. Esto es esquizofrenia metodológica en el peor de sus tipos.
Para clarificar, la metodología deficiente de Miller, es mejor entendida gracias a su aserción que la Biblia es un “documento vivo”. Para esos no familiarizados con el termino, este lenguaje es un código para la interpretación post-moderna “invéntalo-mientras-avanzas”. En práctica, Miller descarta la visión de interpretación literal (ej. Lo que el texto realmente dice) y reemplaza el texto con su propia interpretación “viva”. De esa manera, Miller tácitamente admite leer matrimonio homosexual “al” texto de la Escritura. Asi al lector le es presentado una autobiografía espiritual en vez de un argumento meticuloso.
Otro deslumbrante error es que Miller parece incapaz de distinguir entre una narrativa y un precepto ético normativo. Ella comienza su trabajo estableciendo la verdad obvia de que existían polígamos y gente no casada en la Biblia, después de lo cual ella se salta los detalles pequeños –tal como argumentos para apoyar su punto de vista- y concluye que sus ofrecimientos son ejemplos normativos tomados de las Escrituras. Luego, para mantener su tesis libre del escrutinio real, Miller excluye evidencia contradictoria simplemente descartando el asentamiento del matrimonio tradicional en Génesis 2:24 (ej. Adam y Eva) al afirmar –a través de su “erudito” seleccionado- que la Biblia fue escrita por “polígamos”. Este intento de argumento Bíblico fracasó rotundamente y no logro convencer a nadie –incluyendo a Miller.
Miller ofrece “dos obvias respuestas” a las definiciones bíblicas tradicionales del matrimonio, como se predica “un hombre y una mujer”. Primero, ella simplemente asegura que la Biblia no define en forma explícita matrimonio de acuerdo a los parámetros tradicionales –nuevamente descartando completamente la erudición tradicional en pasajes como Génesis 2:24. Luego ella sostiene que la gente “moderna y sensible” debería rehuir el punto de vista Bíblico (ej. su fantasía del polígamo). Aquí parece que Miller no se da cuenta que un “moderno y sensible” escritor no debería ignorar erudición que refuta su punto de vista.
Uno de los elementos más bizarros en este artículo es que Miller parece emplear un acercamiento a la exegesis bíblica algo así como un “Gay de las Brechas”. Aparentemente, para Miller, si versos Bíblicos explícitamente no mencionan o condenan el homosexualismo –una supuesta brecha explicadora- entonces deben aprobarlo. ¿Pero por qué es eso podría ser así? Su citación de Salmos 139 como un texto que se interrelaciona con la homosexualidad es simplemente bizarra. Su alegación que el texto alaba la “belleza e imperfección en todos nosotros” –incluyendo la homosexualidad- carece de base, pero no es sorprendente dadas sus otras defectuosidades metodológicas.
Miller previsiblemente descarta el pasaje de Levíticos que condena la homosexualidad (ver Lv. 18:22; 20:13) y los trata de líneas “desechables” en código judío. Como es usual, Miller no logra comprender el rol del “matiz” en esta discusión, tales como, la diferencia entre Ley Moral y Ley Ceremonial del Antiguo Testamento. Las prohibiciones de la homosexualidad en estos textos bíblicos están rodeadas de prohibiciones contra otros pecados morales, tales como, el adulterio, bestialidad, incesto, y sacrificio de infantes. Espero que Miller no esté seriamente sugiriendo a través de inferencia que estas otras prohibiciones han sido abrogadas.
Miller intenta fortalecer su caso aseverando que Jesús nunca se refirió a la homosexualidad. Sin embargo, Jesús tampoco menciono otras perversiones sexuales, como la pedofilia, bestialidad o incesto. Le haría bien a Miller si revisara su uso del argumento basado en el silencio. Aquí, no es un argumento en lo absoluto.
Miller erra ‘el tiro’ completamente con su argumento “Hijos de Dios”. Aquí ella erróneamente afirma que todos somos hijos de Dios (vea. Jn. 1:12; Ef. 1:3-5) y luego continua con el “non sequitur” que negar el sacramento del matrimonio a homosexuales, quienes son supuestamente hijos de Dios, está a la par con la discriminación racial. Espero que Miller pronto, en sus propias palabras se pondrá “semi-serious” (semi seria) y nos explique esta conexión incoherente de ideas.
La ultima critica es que Miller parece no poder enfocarse en su tesis principal –que la Biblia permite el matrimonio homosexual. En lugar de eso, ella se anda por las ramas, y comenta sobre votos a favor de la esclavitud, instituciones civiles y religiosas, y luego cita autoridades irrelevantes al tema, como el “Book of Common Prayer”, Martin Luther King, Jr., Newsweek encuestas, Cortes Norteamericanas, e incluso la reportera Judith Martin conocida como “Miss Manners”. ¿Qué paso con el objetivo de crear un caso de la Biblia?.
En conclusión, Miller tienen la carga de la prueba para producir evidencia real y argumentos persuasivos, si quieren cambiar el matrimonio Bíblico tradicional. Ella también fracasa en producir un solo sólido argumento a favor de su punto de vista del matrimonio. Desafortunadamente para Miller, ambas, argumentos de la ley natural y la Biblia abrumadoramente atestiguan a favor del matrimonio tradicional. Y la historia humana en su totalidad, acompañada de la práctica, confirman este entendimiento.
Solo podemos tener fe y esperar que cuando los miembros de la prensa envíen a sus ungidos a predicar, hayan ido al seminario antes.
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