“Me place orar por cualquier persona. Creo que ella sintió que de pronto otra persona podría ofenderse con alguien diciendo, quieres que oremos.”
Al preguntarle si lo haría de nuevo, la Sra. Petrie contestó: “ Sí.” Y añadió: “Me gustaría resolver este problema y estoy encantada de que se me haya ofrecido regresar.”
Por otro lado, en declaraciones expresadas por un portavoz de North Somerset Primary Care Trust, la firma reconoció que la Sra Petrie había actuado con los “mejores intereses de sus pacientes en mente”, que los enfermeros no tenían que “echar a un lado su fe” en el lugar de trabajo y que podían “continuar ofreciendo un alto nivel de calidad en cuidado para los pacientes, mientras se mantenían a su vez comprometidos a sus creencias”. El centro también admitió que para algunos, la oración es reconocida como una parte “integral del cuidado de salud y el proceso de sanar”.