China se somete a la dictadura de la cirugía estética
lunes, 13 de julio de 2009
, Posted by Agencia la Voz at 0:09
Shanghai.-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Han tenido una educación privilegiada, saben idiomas y deberían estar listos para abrir el capítulo productivo de sus vidas. Seis millones largos de jóvenes chinos reciben estos días sus títulos universitarios. Pero más de una cuarta parte, según las previsiones oficiales, irán derechos a la cola del paro.
¿Solución? Destacar entre la marea de candidatos, no con idiomas, sino con un aspecto atractivo. Dos ojos grandes y abiertos, una nariz respingona, con carácter, los pechos voluminosos o una piel blanca y suave se imponen y ganan puntos frente al expediente académico impecable, la militancia en el Partido Comunista o incluso el guanxi (en mandarín, algo así como el enchufe castizo, que sirve para lubricar las relaciones sociales y para acceder a un buen empleo).
A medida que el título universitario deja de ser el seguro de un puesto de trabajo fijo, China se abandona a la dictadura de la belleza. Aunque sea la artificial. Ahí está el caso de Nancy, por ejemplo. Mujer, joven, soltera. Comercial de ventas en una importante empresa china de bebidas y refrescos. E independiente: acude sola al hospital porque quiere ocultar su paso por el quirófano a todos, incluso a sus amigos más cercanos. Pero se sabe bien el camino, porque hace ya cinco años que se hizo los ojos, el famoso doble párpado. Los ojos rasgados asiáticos son en realidad producto de un sólo pliegue en los párpados, que se puede duplicar con una sencilla cirugía. En la clínica donde se trata Nancy, la Renai, el procedimiento sale por 3.000 yuanes (unos 312 euros).
Pero ella se ha gastado la friolera de 6.500 euros, su sueldo neto de medio año, por una rinoplastia y un lifting (sí, lifting a los 28 años). "En el trabajo las cosas no me van muy bien y era la época adecuada para hacer cambios en mi vida", explica la reincidente, enterrada en un mar de vendas. Tendrá la cara como un cromo durante la próxima semana, pero después regresará al trabajo y piensa pedir un aumento. "El éxito tiene que estar asegurado, porque es mucho lo que he sacrificado".
Si en occidente son las liposucciones y rinoplastias las que arrasan, en China se llevan, por orden de popularidad, los ojos con doble párpado, las narices con tabique destacado y las caras afinadas tras limar pómulos y mandíbulas. En el hospital Renai de Shanghai, el 60% de los pacientes son estudiantes o jóvenes que buscan mejorar su aspecto, según explica el subdirector de la planta de cirugía plástica. "Cuanto mejor sea la primera impresión, más fácil les resultará la aceptación social", cuenta Zhao Jun.
Ocho de cada 10 de sus clientes son mujeres. Y muchas de ellas toman como referente a actrices y modelos famosas. Una de las favoritas es Fang Bing Bing, intérprete conocida por su trabajo en cine y televisión que presenta la cara "con forma de semilla", considerado un ideal de belleza. Los chicos son todavía una minoría, pero van apuntándose a la moda. Según un periódico de Shanghai, los varones de la ciudad chic requieren tratamientos para obtener "más vello y bigote".
Un progreso social
El doctor Zhao ha detectado un aumento en el número de estudiantes que visitan su consulta en los últimos meses, sobre todo después del gaokao, el duro examen de selectividad. "Eligen esta época, justo después de licenciarse, porque es un tiempo de transición entre dos vidas, la de estudiante y la de adulto trabajador, o la de adolescente a estudiante universitario", explica Zhao. "Así, se presentan con un nuevo aspecto en un nuevo entorno social". Las últimas cifras oficiales de desempleo (sólo el urbano) se sitúan en el 4,3%, aunque la Academia China de Ciencias Sociales calcula que la tasa de paro general es casi el triple, cercana al 12%.
Prueba de que la práctica se va extendiendo al calor de la competencia en el mercado laboral es la buena salud que goza el sector, con un crecimiento que, a falta de estadísticas oficiales, Zhao cifra en un 10% anual. En clínicas como el Shanghai Times, han detectado un incremento del 45% en el número de clientes desde los primeros azotes de la crisis.
La mitad de sus cirujanos son extranjeros, principalmente coreanos, ya que están considerados entre los mejores de la profesión y, por tanto, más caros. Un arreglo en los pómulos cuesta alrededor de 2.500 euros (cuatro veces el valor de una matrícula en una universidad china) si el practicante es local, pero 1.000 más si se trata de un coreano.
Pero a diferencia de Corea, donde la gente comparte los resultados de su cirugía ("como cuando uno se compra un vestido", apunta Zhao), en China todavía se tiende a esconder la práctica. Parte de ello es cultural: en el Xiao Jing, uno de los clásicos de la cultura china, Confucio, dijo una frase que muchos repiten hoy: "El cuerpo, el pelo y la piel son herencia de los padres. No dañarlos o transformarlos es el principio de la devoción filial".
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