Según informa el diario Clarín, gracias a lo ocurrido en un caso en el que estaba involucrada una chica de 13 años, se llegó a la resolución de que los menores no pueden celebrar contratos sin la autorización de sus progenitores.El caso que despertó todo este debate es una causa penal que investiga el supuesto abuso de una nena de 13 años.El supuesto abuso fue denunciado por el padre de la menor, luego de que él revisara los correos electrónicos de su hija y detectara un comportamiento extraño en ella.Gracias a los mails que encontró el padre de la nena, pudo efectuar una denuncia contra un hombre por “abuso sexual sin acceso carnal”.Sin embargo, la Cámara revocó el procesamiento que pesaba sobre el sospechoso porque el denunciante había violado la vida privada de su hija y porque la menor podía haber fantaseado la situación.Pero "aquella 'injerencia arbitraria' no alude a la que legítimamente tienen los progenitores en el ejercicio de la patria potestad, y al control sobre la educación y formación de sus hijos menores de edad", aseguraron los jueces de la Sala IV de la Cámara del crimen, Julio Marcelo Lucini y Mario Filozof, quienes rechazaron la teoría de la defensa del sospechoso."La intromisión de los padres en la vida privada de sus hijos menores, en este caso específicamente en su e-mail, no es arbitraria, sino por el contrario obedece al cumplimiento por parte de los progenitores del deber de resguardo y protección de la integridad psicofísica", explicó Leandro González Frea, abogado especialista en Derecho Informático y Nuevas Tecnologías."La vigilancia de los padres sobre sus hijos menores en el uso de Internet, debe tener un papel activo a fin de resguardar sus derechos, y este accionar preventivo no puede tomarse como una intromisión a la privacidad, sino como un legítimo ejercicio de la patria potestad", concluyó González Frea.