De hecho, uno puede encontrar más banderas con el arco iris en Perú que en cualquier otro lugar del mundo. El símbolo del orgullo gay ha sido el principal símbolo del pueblo Inca durante siglos. Según los historiadores, los Incas consideraban al arco iris como un regalo del Rey Sol. Las banderas del arco iris adornan los edificios gubernamentales, hoteles y mástiles de todo el país. A pesar de que su objetivo no es el de darle la bienvenida a los turistas gays, uno puede simular que sí lo es.Una agencia de viajes para la comunidad gay con base en los EE.UU, ha llevado el mayor contingente de turistas gays a Perú hasta el momento: 48 personas. Un típico paseo por el país nos lleva al corazón cultural de Lima, a la encantadora ciudad de Cuzco y al maravilloso Valle Sagrado de los Incas. Pero quizás lo que causará una mayor impresión en sus visitantes es el tour a uno de los más impresionantes tesoros arquitectónicos del mundo: las ruinas de Machu Picchu.La encantadora ciudad de Cuzco es tan rica en ruinas Incas y en edificios de estilo colonial como en finos restaurantes y cómodas instalaciones hoteleras. El más notable es el Orient-Express Hotel Monasterio, un antiguo monasterio convertido en un hotel gay-friendly, cuyo personal es capaz de satisfacer todas las necesidades de sus huéspedes. Incluso le pueden agregar oxígeno a la habitación para alivianar las descompensaciones que se pueden sufrir en las altas cumbres de la ciudad.

Y además, la antigua costumbre de masticar la hoja de coca o de beber té de coca también puede servir para aliviar al cansado viajero.Luego de un espiritual paseo por la tierra de los Incas, se puede completar la visita con un vistazo a la vibrante y gay-friendly ciudad capital de Perú. La atmosfera cosmopolita de Lima tiene un efecto en todos los aspectos de la ciudad; el arte, la cultura y la gastronomía. Las influencias españolas, japonesas, italianas, portuguesas y nativas pueden verse en todas partes, inspirando una arquitectura magnífica además de una gastronomía de fusión única en el mundo.Mientras que la mayoría de las grandes ciudades del mundo poseen una vibrante vida gay, Lima logra brillar con elegantes restaurantes y bares que poseen una mayor variedad y eclecticismo que en otros lugares del planeta. La mayor parte de la vida gay puede encontrarse en Miraflores, uno de los barrios costeros de la ciudad."El ambiente gay en Lima es grandioso", asegura el peruano Ylan Chrem. "Siempre he sostenido que los peruanos somos uno de los pueblos más cálidos de Sudamérica y los turistas de todo el mundo son bienvenidos donde sea que vayan. Lima ofrece bares, discos, y saunas todos los días de la semana y, afortunadamente, la vida nocturna no comienza tan tarde como en otras ciudades de Latinoamérica".Chrem afirma que la mejor disco de Lima es Down Town, cuyos dueños acaban de abrir un bar con un estilo similar en Cuzco. El lugar posee un sector VIP al que se puede acceder por sólo 3 dólares. La mayor parte del público gay (locales y extranjeros) comienza la noche en la disco de público mixto, La Sede, desde las 11 de la noche hasta las 3 de la madrugada para luego dirigirse a Down Town. En La Sede, la música es mayormente de las décadas del 70 y 80, con artistas como Rafaella Carra, ABBA y otros íconos del pop entre sus mayores exponentes.El peruano Dany Gras cuenta que "la vida gay en Lima recién ahora está comenzando a crecer, pero eso no significa que sea aburrida. Siempre hay algo para hacer. Por supuesto, estas actividades y eventos no pueden compararse con los de Río de Janeiro, Buenos Aires, o Santiago, aunque son igual de espectaculares, pero en una escala menor"En síntesis, Perú ofrece a los viajeros gays una experiencia turística realmente completa y diversa. Y lo más importante es que uno puede sentirse libre y aceptado como en los tiempos de los antiguos Incas, cuando la homosexualidad era aceptada como un estilo de vida normal y habitual.