George: La iglesia ha sufrido…
Susanne: “Si, porque muchos se han ido, la gente se puso temerosa. Hasta ahora no tenemos líderes”.
George: Porque Ncati era el pastor…
Susanne: “sí y Uur se encargaba de los jóvenes, ahora los jóvenes se han ido y tilman era el que siempre predicaba…”
Entre criar a sus hijos y tratar de reconstruir la iglesia, Susana asiste al juicio por el asesinato de su esposo.
Poco después de la muerte de TiIman, Susana perdonó públicamente a los asesinos de su esposo, un acto que asombró a la comunidad y atrajo atención nacional.
Susanne: “Normalmente trato de orar por ellos y de no olvidarlos en mis oraciones”.
George: ¿Cuándo ora por ellos qué pide?
Susanne: “Pido que lleguen a conocer a jesús, es la única esperanza que tienen, obtener su perdón”.
Y aunque tiene compasión por los cinco acusados, lo que Susana realmente quiere, es que los verdaderos responsables por el asesinato de su esposo sean juzgados.
Orhan Kemal Cengiz, abogado de derechos humanos dice que “este no fue solo un crimen cometido por cinco jóvenes.”

Él es el abogado que representa a Susana y a las familias de las dos otras víctimas. Este abogado ha descubierto un vínculo entre los asesinatos de Malatya y miembros de Ergénekon, un grupo clandestino ultra nacionalista, que quiere derrocar al gobierno islámico de Turquía.
Aunque la constitución garantiza libertad religiosa, Cengiz dice que los grupos como Ergénekon vean a los cristianos y los musulmanes como una amenaza a la tradición secular turca.
“Querían enviar un mensaje a protestantes y no-musulmanes, de que no son bienvenidos en Turquía, deben irse, deben salir del país”.
Menos del uno por ciento de los 70 millones de turcos son cristianos. Los demás son musulmanes. Los evangélicos son una minoría aún más pequeña de unos 3.500. La mayoría son convertidos del Islam.
Mientras tanto, Cengiz espera que el caso de Malatya llegue a ser parte de una investigación más amplia de las actividades de Ergénekon.
“Este caso es muy importante para el futuro de la democracia, para el futuro del país y para el futuro de los protestantes, para que puedan existir en este país”.
Cuando Susana no está en la corte, se encuentra en casa, leyendo centenares de cartas que sigue recibiendo cada mes de todas partes del mundo.
George: ¿Le trae consuelo leer todo esto?
Susanna: “Me alegra mucho ver cuántas personas están orando, a veces solo dicen: ‘oramos por ti’”.
Y esas oraciones la mantienen con la esperanza de que, un dia, en esta ciudad…
Susanna: "…habrá una iglesia muy, muy grande en Malatya y mucha gente saldrá de Malatya para llevar las buenas nuevas a todas partes”.
Pero mientras tanto, se aferra a la promesa bíblica de Josué capitulo uno, verso nueve:
Susanna: “Dice: ‘mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu dios estará contigo donde quiera que vayas’.”