"Es muy probable que la semana pasada se reconozca oficialmente que los casos superan los 100.000", confirma el documento, que remarca que "aunque las tasas de infección han disminuido en los últimos meses, el riesgo permanece".
"La erradicación del cólera en Zimbabue o el control total de la epidemia actual es poco probable mientras sigan existiendo las causas subyacentes de la importante crisis sanitaria [que sufre el país]", añade el informe, que ha sido coordinado por la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
En sus páginas se denuncia que las infraestructuras sanitarias, de higiene y de acceso al agua potable siguen "completamente colapsadas" en el país africano.
El responsable de comunicación de Unicef en la zona, Tsitsi Singizi, ha alertado de que la epidemia podría volver a agravarse con la próxima época de lluvias.
"Podríamos tener otro repunte en el número de casos [...] porque el cólera se trasmite a través de agua contaminada", ha señalado.
Según Singizi, incluso los que no han enfermado se han visto afectados por la crisis. Por ejemplo, un gran número de niños se ha visto obligado a abandonar las clases ya que deben recorrer distancias considerables para poder encontrar agua potable.
Tanto la organización de la ONU como la Cruz Roja continúan realizando su labor en la zona para atender a la población y prevenir nuevos brotes.