Desde 1968 la pedofilia fue incluida por la American Psychiatric Association (APA) en su manual de diagnóstico y estadísticas sobre desórdenes mentales, porque se la consideraba un desorden mental severo.
“Un adulto que se involucra en actividades sexuales con un niño realiza un acto criminal e inmoral y esta conducta no puede ser nunca considerada normal o socialmente aceptable”, decía la importante institución.
Si bien es cierto que la APA ha afirmado posteriormente que no hay planes o procedimientos para remover la pedofilia de la lista de reales desórdenes mentales, nada nos asegura que con presiones ideológicas eso no pase definitivamente.
No debemos olvidar que basándose en una postura más ideológica que médica los defensores de la pedofilia reconocen que para removerla de la lista de enfermedades mentales hay que seguir el mismo camino de presión mediática que siguió el “lobby” homosexual a principios de los años 70, consiguiendo, tres años después, eliminar la homosexualidad de la lista de enfermedades del manual de Diagnóstico y Estadísticas de la APA.
Como vemos, para estos “especialistas” la pedofilia es “normal y saludable”, y sólo “los prejuicios culturales y religiosos” impiden que sea aceptada socialmente. Por eso proponen no sólo una reclasificación médica, sino también un cambio en todas las legislaciones del mundo que la condenan.
El otro día conversando con una doctora me decía algo realmente espeluznante: “En los próximos años se buscará legalizar todo tipo de aberraciones, incluso las relaciones sexuales hombre- niños, lo único que tendrá que comprobarse para su aprobación es el consentimiento del menor”.
Realmente espeluznante, para no creerlo.
La pedofilia se incuba en la persona que tiene una honda carencia afectiva. Además tiene en muchos casos su antecedente en la homosexualidad. La estadística dice que la mayoría de casos de abusadores de niños está en el campo homosexual.
Denunciar al pedófilo es lo correcto y lo necesario, prevenir su acciones también (Hay que evaluar el por qué del desorden). Igualmente será importante decirle a los medios de comunicación que reflexionen más sobre el tema. La no difusión de la pornografía será un paso súper relevante. La misma trae desordenes inimaginables.