Doña Sofía, contra el aborto
La Reina, según la autora del libro, también se mostró en contra del aborto y de la eutanasia:
"No soy partidaria. La vida y la muerte no están en nuestras manos.¿Muerte digna? Totalmente de acuerdo. La persona que agoniza debe estar en las mejores condiciones, es su momento cumbre. Por mera humanidad, se le deben evitar los dolores, y para eso están los sedantes, los paliativos. Se le deben ahorrar sufrimientos, también morales, y para eso está la compañía de alguien que le conforte y le consuele. Pero es su momento. Es su muerte.
Hay que respetar a toda criatura viviente. A toda criatura que ha empezado a vivir. Y estar por la vida no es ser retrógado. Ni es sólo cosa de los cristianos. Es seguir la ley natural. Estoy segura de que eso lo firmarían tanto Bendedicto XVI , Papa católico, como Nelson Mandela, líder comunista"
Los colectivos gays, lesbianas, etc., etc., alterando como de costumbre las declaraciones que no les convienen para hacerse notar, hicieron pública su prefabricada protesta, que ahora culmina con este premio.
El presidente de la Federación Estatal de gays, lesbianas, etc., etc., tachó las palabras recogidas en el libro de "salida de tono intolerable", de "inaudito" y "sorprendente" y llegó a afirmar que la Reina estaba "cuestionando al Parlamento y a las instituciones democráticas".
Y llevado por el sectarismo propio de todos los totalitarios, que no consideran más derecho a la libertad de expresión que el propio, adoptó el papel de victima al reivindicar los espectáculos que el lobby gay monta en el llamado "día del orgullo":
"Lo hacemos porque todavía existe la homofobia".
Luego el presidente de los gays, lesbianas, etc., etc., aludió a "la ostentación" que, según él, exhiben en las bodas de los miembros de la Casa Real.

Los colegios deben enseñar lo que indique la federación de gays, lesbianas, etc., etc.
El "premio" al colegio Madre Alberta se debe, según sus promotores:
"Por permitir que durante una charla en su centro la ponente hablara de homosexualidad diciendo que es una enfermedad. Sin que el centro haya corregido hasta en ningún momento esta información errónea."
En el centro, durante una clase de primero de bachillerato, se habló a los alumnos de aborto y de sexualidad. Poco después el padre de una alumna llamó a la consejería de Educación para denunciar que en la charla se calificó la homosexualidad de enfermedad.
Según Agustí Buades, presidente del Instituto de Política Familiar de Baleares y padre de una de las alumnas presentes en esa clase, se habló de la homosexualidad "con respeto y delicadeza", como por otra parte no podía ser de otro modo, más tratándose de una lase de religión.
Buades afirmó que se definió la homosexualidad como "una alteración del desarrollo de la identidad sexual".
La asociación gay, lesbiana, etc., etc., de Baleares reclamo inmediatamente una retractación pública del colegio y que el centro declare que ninguna "identidad sexual" es una enfermedad.

El Obispo de Mallorca, "demonio rosa"
En cuanto al premio "demonio rosa" para el Obispo de Palma, Monseñor Jesús Murgui:
"Por mantenerse al lado de las posturas homófobas radicales de la jerarquía eclesiástica católica española, respaldando los insultos y desprecios que constantemente dirigen a nuestro colectivo."
Monseñor Murgui defiende los postulados de la Iglesia en relación con el "matrimonio" homosexual, lo que al parecer llama la atención de la asociación gay, lesbiana, etc., etc., motivo por el cual le nombran también "demonio rosa".
Cabe destacar que la asociación, gay, lésbica, etc., etc., de Mallorca tiene una sección denominada "grupo cristiano", cuyo emblema es la típica bandera gay con un crucifijo. El mencionado grupo se ha manifestado a las puertas de la catedral de la Almudena, en Madrid, con pancartas en las que se acusaba al Vaticano de complicidad en asesinatos.