En una entrevista concedida al diario L'Equipe, Mary Pierce señaló que sigue recuperándose de los problemas en su rodilla, que la obligaron a retirarse de la actividad profesional en el torneo de Linz del 2006, en segunda ronda ante la rusa Vera Zvonareva. "Mi pierna está débil. Es una recuperación muy dura y lenta. Cuando no hago nada no siento ningún dolor, pero cuando hago algún esfuerzo empiezo a sentir dolores en la pierna.

Tengo esperanzas de poder volver a jugar algún día. Creo que desde que me he ido del tenis femenino no ha cambiado nada", dijo la tenista gala, nacida en Canadá, en alusión a su posible retorno.Dos años son muchos para una lesión como la que sufre Mary Pierce -no tuvo rotura de ligamentos y su doctor particular, Tomaszewski, no concibe tanta duración de la baja-, algo que tiene desorientado a los médicos que la tratan. Sin embargo, la tenista parece haber encontrado consuelo en las Islas Mauricio, lejos de los suyos, un paraíso... espiritual. "No echo de menos el tenis porque vivo el día a día. Mi vida es la Iglesia y mi única motivación es Dios", indicó con rotundidad. Amén.