El trámite ante el juzgado de Familia deberá acompañarse de un informe técnico multidisciplinario especializado en identidad de género a cargo del Registro Civil.
Pese a que no se requiere la cirugía de cambio de sexo, en caso de que el solicitante se haya sometido a esa operación no será necesario que pruebe los dos años de conflicto de género.
El proyecto habilitaría en los hechos el matrimonio entre homosexuales, pues el cambio de sexo y nombre en los registros oficiales permite "ejercer todos los derechos inherentes a su nueva condición", indica el texto, aunque el funcionario del Registro Civil que atienda el trámite matrimonial deberá informar en forma reservada al otro contrayente los datos originales.
No obstante, la senadora oficialista Susana Dalmás estimó que "no se puede hablar de matrimonio homosexual", porque "el 99% de los homosexuales no deciden cambiarse de sexo y nombre".
Indicó que el proyecto está enfocado a los cerca de 3.000 transexuales, según estimaciones oficiales, quienes "ya no son del sexo con el que morfológicamente nacieron" y "cuando comparecen ante el registro civil para casarse no pertenecen al mismo sexo".

El senador opositorN Carlos Moreira, advirtió que la iniciativa "generará un millón de consecuencias imprevisibles, en los divorcios, adopciones o en la tenencia de hijos" y lamentó que "aquí se admite (el matrimonio) entre dos personas del mismo sexo. Por vía indirecta se modifica el matrimonio civil".
Para los mayores de 12 años de edad, no se requerirá autorización de los padres para hacer el cambio de nombre y sexo, aunque sí para los que están por debajo de ese límite etario. El trámite quedará firme si se ratifica tras cumplir la mayoría de edad (18 años).
El senador del PN Francisco Gallinal calificó de "aberrante" la autorización del cambio de sexo a los menores de 18 años, mientras que el Juan Justo Amaro, del PC lo consideró un "tremendo disparate".