Más de 100 personas habrían muerto en el ataque ocurrido el día después de Navidad, según trabajador de ayuda europeo que dijo tener acceso a la información. El ejército del Congo indicó que fueron entre 120 y 150 los muertos.
El grupo rebelde Ejército de Resistencia del Señor, que ha librado una de las más cruentas y duraderas guerras en Africa, negó ser el responsable y su vocero, David Matsanga, aseguró que su organización no tiene miembros en el área. En cambio, Matsanga acusó al ejército de los asesinatos.

Sin embargo, el testigo Abel Longi dijo haber reconocido a los rebeldes por su cabello trenzado, el uso del lenguaje acholi y la presencia de menores de edad con ellos.
"Me escondí en los arbustos cerca de la iglesia y escuché a las personas dando alaridos mientras eran cortadas con machetes", dijo Longi a The Associated Press por teléfono desde la población de Doruma, donde está la iglesia y él tiene un comercio.
El vocero del ejército de Uganda, el capitán Chris Magezi, dijo que sobrevivientes y testigos informaron sobre una masacre en la iglesia cercana a la frontera del Congo con Sudán, donde los ejércitos de las tres naciones iniciaron una ofensiva contra los rebeldes ugandeses, en armas desde hace 20 años.

Grupos de ayuda y de derechos humanos han acusado a los rebeldes de cortarle los labios a civiles y obligar a miles de niños a servir como soldados o esclavos sexuales.
"La escena en la iglesia era increíble. Era horrenda. En el piso había cadáveres, en su mayoría de mujeres y niños, hechos pedazos", dijo Magezi.