VENEZUELA-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Natael Ramón Maduro Rojas (36), se dirigía el pasado junto a sus dos hijas hacia una iglesia cristiana ubicada en la avenida Los Jabillos de José Félix Ribas, cuando repentinamente fue abordado por dos sujetos, quienes sin mediar palabras le propinaron tres disparos en el abdomen y dos en el tórax, por causas que aún se desconocen.

En predios policiales se conoció que la víctima era conocida como devoto cristiano y llevaba varios años congregándose en el templo donde transcurrió la tragedia. Al parecer, el infortunado hombre se desplazaba a bordo de un vehículo Siena de color gris, placas DBW-34L, cuando fue abordado por los hampones.Herido de gravedad, el evangélico fue trasladado hasta el Hospital Central de Maracay, donde luego de varias horas de atención médica falleció a eso de las 9:30 de la mañana de ayer. En predios forenses también se conoció que la víctima se desempeñaba como registrador en una Notaría y mantenía fijada su residencia en el edificio Álamo de la urbanización Calicanto en Maracay.

EL PRIMERO

Como se recordará, el pasado lunes también fue asesinado otro joven evangélico, esta vez en el barrio Unión de San Mateo. El muchacho fue identificado como Ewuard de Jesús Amador (18), quien pereció en el Hospital José María Benítez de La Victoria tras recibir una herida de bala a la altura del estomago.De acuerdo a la versión que trascendió en la fuente policial, el joven se encontraba en la calle Nueva del barrio Unión, a pocos metros de su residencia, conversando con un grupo de muchachos de la comunidad. De pronto, fueron sorprendidos por sujetos que llegaron a bordo de una moto y dispararon en contra del grupo.Al parecer, las balas iban dirigidas a una de las personas que se encontraba en el grupo y desafortunadamente dieron en la humanidad de Amador, quien fue auxiliado de inmediato y trasladado hasta el Hospital Benítez, donde llegó aproximadamente a las 10:00 de la noche y debido a la gravedad de la lesión fue intervenido quirúrgicamente, pero lamentablemente dejó de existir a las 2:00 de la madrugada.El hoy occiso residía en la calle Nueva, casa número 44 del barrio Unión y era conocido como un muchacho sano, de hecho era cristiano evangélico.