La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, ha querido dejar claro que Iglesia católica es "mucho más" que lo que representa el obispo, mientras su compañera, Bibiana Aído ha preferido "no contestar a Camino". La voz más clara en el PSOE ha sido la del número dos del Grupo Parlamentario Socialista, Eduardo Madina, que ha calificado de "amenazas de hace 60 años" las palabras del portavoz de la Conferencia Episcopal.
"Personalmente sus palabras me son indiferentes. En materia de obispos me declaro agnóstico", ha aclarado. El socialista ha asegurado que "respeta" sus declaraciones pero espera que la Iglesia "respete la decisión soberana del Parlamento, que no va a estar conformado por las propuestas de este obispo". Madina ha confirmado que los diputados socialistas votarán en bloque esta ley.
En el PP, las opiniones no son tan monolíticas. La diputada del PP Celia Villalobos ha recordado la separación "clarísima" entre la Iglesia y la política, y ha apuntado que los católicos sabrán lo que tienen que hacer ante estas palabras.
"Ése es un problema de los católicos y de la Iglesia católica", ha aclarado la 'popular' tras tildar de error querer trasladar la opinión de un obispo a la sociedad en su conjunto. "Los obispos hablan a los católicos y los católicos tendrán que tomar medidas, lo mismo que los que no somos católicos haremos lo que consideremos oportuno".
Sin embargo, su compañero en el congreso, Jorge Fernández Díaz, ha defendido que "quienes tienen autoridad para definir qué es ser católico y qué requisitos deben cumplirse para comulgar tienen el derecho y el deber de decirlo".
Fernández Díaz ha apreciado la necesidad de clarificar que, lo mismo que la legislación civil tiene sus normas y que infligirlas tiene consecuencias en forma de delito, en el ámbito religioso ese incumplimiento de las normas se llama pecado, aunque ha asegurado que él "lo hubiera dicho de otra manera" porque ese lenguaje "choca un poco" en la sociedad actual.
Donde habrá libertad de voto individual es en CIU. El diputado Pere Macías ha lamentado "profundamente" como "cristiano católico" las declaraciones de Martínez Camino, por ejercer "una presión que no es oportuna y que no hace ningún bien".
"Para mí la religión es un modo de vida muy alejado de todo aquello que sea amenazas, castigos, inquisiciones. Soy de los creía que la Inquisición había desaparecido hace varios siglos, pero parece que vuelve", pese a lo que presentará una enmienda a la totalidad, como su compañera Conxita Tarruella.
En opinión de Emilio Olabarria, uno de los siete diputados del PNV, partido que se ha mostrado favorable a reformar la ley, las indicaciones de Martínez Camino constituye "una intromisión impropia de las funciones de la Conferencia Episcopal".
Una tesis compartida por el representante de ERC Joan Tarda que no es creyente pero que considera que muchos católicos, como su madre, se sentirán ofendidos por lo que ha dicho el obispo, ya que han luchado por un catolicismo "popular y ligado a la realidad social". "Este hombre tiene un problema no digo de salud pero sí de cordura".