ARGENTINA-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) El juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Carlos Fayt se sumó ayer al pedido reiterado de su colega Carmen Argibay para que el problema del aborto sea debatido en el Congreso de la Nación. “Es un asunto que debe tratarse en los plenarios del Congreso, y el Congreso debe ubicarse en la realidad”, señaló Fayt. Y aseguró que el aborto “es un problema que no pueden resolver los jueces porque sí”.

“Lo tienen que hacer los sanitaristas, médicos, especialistas, psicólogos, porque evidentemente si hay algo sagrado en la naturaleza es la procreación, el nacimiento”, explicó. Las declaraciones del magistrado se suman a las vertidas ayer por la ministra Argibay quien pidió buscar una solución para la “tragedia” del alto número de mujeres fallecidas en prácticas clandestinas abortivas que afecta mayoritariamente a las “jóvenes, pobres e ignorantes”. Ya la semana pasada Argibay había exhortado a los legisladores a que traten los proyectos de despenalización del aborto. “No defiendo el aborto, no soy abortista ni ando persiguiendo a las mujeres embarazadas para que aborten”, subrayó la jueza en declaraciones radiales. Y calificó de “tragedia” el alto número de muertes que arrojan las complicaciones por interrupciones de embarazos entre las mujeres más desposeídas. Las declaraciones de Argibay surgieron a raíz de una relevamiento de la organización Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto. Según el estudio, en los primeros 30 días de operatoria de una línea telefónica de asesoramiento sobre abortos se recibieron 345 llamadas de mujeres de entre 13 y 47 años, de las cuales 204 buscaron interiorizarse sobre procedimientos abortivos mediante la droga misoprostol, que en el país se vende bajo receta archivada con el nombre de Oxaprost o Blokiumprost para tratar úlceras. El 11 por ciento de las llamadas correspondieron a menores de edad y el 92 por ciento de las mujeres estuvo acompañado al momento de la llamada. En el 23 por ciento por sus parejas. El balance mostró que el 82 por ciento de los embarazos fueron producto de la negativa del varón a usar preservativo.