Es la fórmula que los socialistas están sopesando para matizar -pero sin retirar- lo más polémico de la nueva ley de interrupción del embarazo: que las menores (16 y 17 años) puedan decidir su aborto sin que sea obligatorio el permiso paterno.
Además, el equipo de Zapatero quiere que la información que se ofrezca en esa carta sea un texto regulado y común en todas las comunidades autónomas para que ninguna mujer reciba menos o distintos datos en función de dónde viva.
De momento, la inclusión de un consejo a las menores es una posibilidad, un escenario de futuro próximo en función de cómo vaya amasándose la tramitación parlamentaria de una ley gestada entre los Ministerios de Sanidad e Igualdad.