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«QUE LA GENTE A FAVOR DEL ABORTO VEA DE QUÉ SE TRATA»

lunes, 28 de septiembre de 2009 , Posted by Agencia la Voz at 14:21


Por JAVIER GÓMEZ



ESPAÑA-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) FÁTIMA Y SUS BEBÉS. Tiene 22 años y es la portavoz del grupo. En la foto, tomada este miércoles en el madrileño Retiro, posa entre los muñecos que han importado de Alemania por 12.200 euros.



Una voz joven escucha al otro lado del teléfono.
-Verás, querríamos enterrarte bajo 500 fetos para la foto.
-¿500? ¡Pues no veas cómo pesan los nenes!
Exactamente 22 gramos. En un puño caben hasta cuatro de estos nenes de plástico macizo. Son réplicas reales de un feto de 12 semanas. Cinco centímetros arrebujados, con ojos de anfibio ya perfilados, cabeza abombada y dedos como hilos salientes. Las únicas trampas son la consistencia -un feto real pesa el doble- y el color: para los moldes han preferido el rosado nenuco.
Este minimuñeco tamaño llavero se ha convertido en una de las campañas de comunicación más eficaces de los últimos tiempos. No es obra de ningún lobby experimentado, sino de ocho amigos: todos antiabortistas, viven en Madrid, tienen entre 22 y 45 años y se conocieron en un congreso provida.
«Queríamos hacer algo diferente. La intención no era demostrar, sino mostrar. Si la gente está a favor del aborto, que sepa, que vea de qué se trata», explica Fátima Navarro-Rubio, portavoz de la iniciativa. Ni su determinación ni su vocabulario parecen los de una estudiante de 22 años, de mirada oceánica e ingenua, tacones de pértiga y atuendo más de Chanel que de Zara.
La idea les surgió el pasado mayo, cuando oyeron a la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, afirmar en la radio que un feto de tres meses «es un ser vivo, claro, pero no ser humano, porque eso no tiene ninguna base científica». In memoriam, Fátima, Beatriz, Juan y los demás decidieron bautizar como bebé-Aído al muñeco, aunque éste tenga 12 semanas, dos menos que el plazo máximo que el Gobierno ha propuesto en su anteproyecto de ley para poder abortar de forma libre.
Un amigo de Fátima había oído hablar de que grupos antiabortistas estadounidenses utilizaban esos monigotes. Pero el transporte era demasiado caro. Finalmente, contactaron con una asociación alemana, Durchblick, que tenía varios prototipos, aunque ninguno exactamente de 12 semanas. Encargaron un modelo exacto y a las pocas semanas se parieron los 200.000 bebés-Aído en una fábrica germana.
Los 12.200 euros que costó el alumbramiento múltiple fueron costeados por los ocho y sus familias. Su idea es inundar España de fetos de plástico antes de la manifestación del 17 de octubre. Los reparten por colegios, asociaciones -ya han entregado 40.000- y se venden en Internet a 20 euros el pack de cuatro . Cinco euros la unidad. Que multiplicados por el número de piezas ofrecen un saldo de un millón de euros. Una rentabilidad que pondría los dientes largos a cualquier inversor en estos tiempos de abulia bursátil. Y no descartan ampliar la producción, aunque en este caso en alguna fábrica de Cataluña que ya se ha puesto en contacto con ellos.
Fátima empezó a interesarse por el aborto «desde pequeña y por una cuestión de educación, de principios». Católicos, se entiende, pero no lo dice. Confiesa que llora viendo vídeos de abortos. No tiene hijos, pero sí seis hermanos y estudia Empresariales en la elitista universidad madrileña Cunef. La eligieron como portavoz por ser «el rostro más joven». Quizás no sólo por eso.
«BIBIANA, BIBIANA»
Le faltan tablas. A veces abusa del discurso de carrerilla. Otras se pasa de frenada: «Están convirtiendo el útero en un campo de exterminio». Pero tiene algo de lo que carece el clásico presidentedeasociación: es creíble y suena diferente. «Yo creo que cualquiera de estos bebés», afirma, con el iris clavado en los muñecos, «se merece crecer y tener la posibilidad de llegar a ser tan guapa como la ministra Aído. Porque hay que reconocer que es muy mona».
El salto a la fama de los moldes de plástico llegó el lunes, cuando la titular de Igualdad aterrizó en Gijón para asistir a un acto sobre la juventud. Juan José Panizo, 48 años, militante antiabortista de las primeras añadas y residente en Oviedo, recibe una llamada. «Nosotros ya habíamos hecho campaña del bebé-Aído. Me telefoneó una periodista de la cadena Cuatro: "¿No vas a ir a entregarle uno a la ministra?". No tenía ni idea, pero cuando me dijeron dónde estaba, me planté allí con la moto».
La escena ha repicado en telediarios y portadas toda la semana.
-Bibiana, Bibiana, quiero hacerte un regalo.
Bibiana abrió los ojos y la sonrisa, que se cerró como la persiana de una tienda a las 20.30 cuando Juan José tendió su palma con un feto made in Germany.
-Ya lo conozco -respondió con reflejos la ministra, que dejó a Juan José con los policías, aullando: «Bibiana, Bibiana, esto es un aborto».
«En 1984, por casualidad, vi el fruto de un aborto natural. Con sus piececitos, sus manitas, y se me quedó grabado», declara a Crónica. En 1985, cuando se despenalizó la interrupción del embarazo en España, Juan José llevó a los tribunales (inútilmente) el caso del primer aborto, que tuvo lugar en Asturias, en el Hospital de Cabueñes.
De aquellos años recuerda las sentadas ante la clínica Dator de Madrid. Él y otros militantes antiabortistas esperaban a las mujeres en la puerta para desenfundar el sermón y convencerlas de dar a luz. «A muchas las llevé de vuelta a casa en mi propio coche. Pero hubo un caso que no olvidé. La chica era cajera de supermercado en El Bierzo. Y la llevamos con otros tres militantes a unas monjitas que se harían cargo de ella y del bebé. Al tiempo me enteré de que se había escapado y había vuelto a Madrid para abortar. Siempre me quedó aquella herida».
Su gesto ha convertido el llavero fetal -en Internet puede comprarse con argollas y lazo para colgar, con anilla para las llaves o con imán para el frigorífico- en el símbolo de la manifestación antiabortista del próximo 17 de octubre.

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