En contra de lo que se había anunciado sobre que aquéllos que tuviesen más, afrontarían mayor presión fiscal, finalmente resulta que las grandes empresas y las Sociedades de Inversión de Capital Variable (Sicav), los instrumentos financieros utilizados por los más ricos, no son las grandes afectadas por esta subida de tributos. Los grandes afectados son las clases medias y trabajadoras, por el impacto del aumento del IVA y por la presión sobre el ahorro popular, de por sí tan dañado en los últimos tiempos.
Cabe señalar que ningún país europeo, en los últimos quince años, ha subido el empleo subiendo impuestos, ni ha mejorado notablemente el balance de sus cuentas públicas. En tiempos de crisis, la receta más acertada es la austeridad en el gasto público, recortando aquél que no resulta imprescindible para el Estado, y la reforma fiscal, bajando impuestos que estimulen la oferta productiva y el ahorro. Con la peor crisis económica a la que se ha enfrentado España en medio siglo, Zapatero ha decidido que ese no es el camino.
Y junto a ese camino, el Gobierno ha dado un paso más en lograr que nos convirtamos en el paraíso de los abortos en Europa. Dice la vicepresidenta, en la presentación de la ampliación de la ley de interrupción del embarazo, que se trata de que nos adaptemos a la realidad social. No le falta razón en cuanto que el número de españolas embarazadas entre 15 y 20 años ha aumentado respecto a la media Europa y los abortos entre esas jóvenes es del 53 por ciento, trece puntos más que en Europa. Pero ¿Es el aborto la solución?
En 2008 se produjeron 122.000 abortos en España. Con la nueva ley, ese siniestro número llegaría a los 150.000 y nos pondría a la cabeza de Europa. Parece que el Gobierno pretende banalizar el trauma que supone abortar y facilitarlo como una solución sin mayores problemas frente a los cada vez más numerosos embarazados no deseados. No existe ni una sola reflexión en él sobre porqué se producen ésos embarazos y porqué una juventud sin valores camina por la senda del fracaso, sexual y educativo.
Como ya se ha escrito, el aborto es un tema ante el que los planteamientos políticos sobran. El aborto es una cuestión cualitativamente distinta a todas y quien no sepa esto es que ignora el país en que vivimos. Así como en otros temas hay mayor pluralidad, frente al aborto, toda persona de entrañas humanas y buen corazón, muestra un juicio unido y grave. Y en las últimas elecciones europeas, éste asunto, donde no fue baladí el menosprecio legal a los padres de las jóvenes que van abortar, costó un buen puñado de votos al PSOE
Parece que eso, la pérdida de votos, será lo único que frene la deriva de un jefe de Gobierno, tan radical como improvisador, enrocado en su Arcadia feliz y confiado a su capacidad de comunicación y a la adulación de sus asesores. Un presidente que juega a ser ministro de Economía y del que ya se dice que va a lograr que una mujer pueda abortar a los 16 años pero que no pueda encontrar trabajo a los 30.