Santo Domingo-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Semanas de debates, protestas y controversias culminaron en la aprobación del controvertido Artículo 30 de la Reforma Constitucional dominicana el cual prohíbe de manera terminante el aborto "desde el inicio mismo de la vida".

El acápite establece que el derecho a la vida desde el momento de la concepción es inviolable, lo que, al decir de grupos feministas, abre la puerta a excesos como la proscripción de los anticonceptivos y no toma en cuenta los embarazos por violaciones, incestos y en casos de peligro para la existencia de la gestante.A principios de semana delegados de dependencias de la ONU y entidades de derechos humanos alertaron que la promulgación del artículo en su forma actual pone en peligro la vida de las dominicanas.El debate se extendió más de tres horas, según reportes de testigos, y el acápite, que tendrá el número 38 en la próxima Carta Magna, fue aprobado por 127-34.Entre los adversarios de la pieza fueron enumerados Julio César Valentín, presidente de la Cámara Baja, y por los menos siete legisladoras.Los debates previos a la discusión del artículo se tornaron tan álgidos que los partidos optaron por dejar a sus legisladores en libertad de pronunciarse acorde con sus convicciones en vez de establecer una línea uniforme.Tan pronto se supo la noticia, representantes de organizaciones feministas reaccionaron con críticas al gobierno mientras la iglesia expresó su complacencia.Fátima Portorrea, del Centro de Género Intep, dijo que la próxima Constitución dominicana será más atrasada que la impuesta por Estados Unidos al término de su ocupación militar en 1917.Asimismo, culpó al gobierno de haber cedido a las presiones de las iglesias católica y protestante, que impugnaron la inclusión de cualquier resquicio a la prohibición de los abortos.De su parte, el sacerdote Luis Rosario, de la Pastoral Juvenil, dijo que "el pueblo ha tomado su propio camino y no el del desorden internacionalâ��" La interrogante ahora es si los facultativos y otras personas que realizan los miles de legrados que se hacen de una manera u otra en este país caribeño se abstendrán de proseguir sus actividades