Suecia-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) se convertirá en el séptimo estado soberano en permitir la celebración de matrimonios entre personas del mismo sexo, tras Holanda, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica y Noruega. Con la gran diferencia de que los pastores luteranos suecos que quieran, podrán oficiar a la vez la ceremonia civil y religiosa, como en el caso del matrimonio tradicional heterosexual.
Esta novedad de que los matrimonios podrán ser celebrados y registrados también por la iglesia luterana sueca, la confesión religiosa mayoritaria en ese país, tal y como sucede ya con los matrimonios entre personas de diferente sexo no será una anécdota, ya que la gran mayoría de los pastores luteranos están a favor de las uniones religiosas gays. A este respecto, es llamativo que 7 de cada 10 pastores de la iglesia luterana sueca se muestran dispuestos a celebrar ceremonias de matrimonios religiosos entre personas del mismo sexo, según una encuesta realizada a 2.800 de ellos. Sólo el 21% no estaría dispuesto a realizarlos. La iglesia luterana en Suecia, la cuantitativamente más importante por tradición, ha seguido la misma vía de las iglesias tradicionales históricas, en las que se mezclan cristianos con una fe genuina y por convicción (generalmente minoría), junto con un gran número de teóricos “creyentes”, a menudo no practicantes pero que culturalmente se identifican con la “iglesia oficial”, especialmente en momentos de ceremonias especiales, y cuyas creencias son frecuentemente lejanas a las del cristianismo tradicional y cercanas a las de los no creyentes. Esta misma situación ocurre entre los pastores, máxime cuando son en realidad funcionarios que reciben un sueldo del Estado. Se dio el caso de un pastor luterano que ejercía su cargo, pero reconoció públicamente no creer en Dios. La mayoría de las iglesias evangélicas, en general no son beligerantes con las uniones legales entre homosexuales como hecho social, pero si están en contra de aceptar estas uniones como éticamente correctas dentro del cristianismo, y por lo tanto a considerarlas matrimonio. Tampoco existe ninguna doctrina que margine o discrimine a personas de orientación homosexual, siempre que –como el heterosexual soltero- no mantenga relaciones sexuales.
LA SITUACIÓN LEGAL Y POLÍTICA
La cuenta atrás para la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en Suecia se acerca a su final. Tres de los cuatro partidos que forman la coalición de centro-derecha gobernante presentaron en enero el proyecto de ley en el Parlamento, con la intención explícita de que las bodas, tanto civiles como religiosas, puedan empezar a celebrarse el 1 de mayo. Los tres partidos son el Partido Moderado (miembro del Partido Popular Europeo), el Partido del Centro y el Partido Popular Liberal. El cuarto partido de la coalición de Gobierno, el Partido Democristiano, se opone, pero eso no será impedimento para que se apruebe la ley al contar también con el apoyo del Partido Socialdemócrata y del resto de partidos de izquierda, en la oposición. La ley sigue el modelo español, es decir, se eliminan del código civil los términos “esposo” y “esposa” y se utiliza una redacción neutra respecto al sexo de los contrayentes, de forma que el marco jurídico sea exactamente el mismo independientemente de si el matrimonio lo contrae una pareja heterosexual u homosexual.
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