Lo primero que hicieron fue separar las elecciones municipales y legislativas de las presidenciales, ¿para qué?, por un lado para obtener votos y no desaparecer, y por el otro, para negociar sus candidaturas presidenciales tal como lo han hecho las cúpulas de los tres partidos de derecha: ARENA, PDC y el PCN.El primero en entrar en escena fue el PDC y su genuflexo candidato presidencial, Carlos Rivas Zamora, cuyo papel en la comedia democrática deja en claro por qué no es de izquierda y sí en el centro derecha o derecha, para no andar con eufemismos. La dirigencia pedecista y su candidato esgrimieron una gran cantidad de argumentaciones, pero, el votante, el y la ciudadana, sabían que eran falacias, pues, la verdadera razón estaba en la desesperación de ARENA, por “garantizar” el voto de derecha.Por su puesto que, ni ARENA, es decir, Elías Antonio Saca y su fórmula presidencial, ni la cúpula del PCN, tenían en cuenta que la fórmula presidencial se tomó el asunto en serio. Nunca les dijeron que era parte del «show», de ahí, que, como todo ciudadano decente, el señor Tomás Chévez, se plantó en firme con su compañero de fórmula para llegar hasta el final, el 15 de marzo.

ARENA presionó a Ciro Cruz Zepeda, quien no sólo controla el teje y maneje del partido, sino también la caja registradora, e hizo lo que tenía que hacer, siendo, la expresión del “pragmatismo político” o mejor dicho, el “mercantilismo político”, y no sólo vilipendió al candidato Chévez, sino que lo expulsó del partido y fue al Tribunal Supremo Electoral a solicitar la desinscripción.La derecha, es decir, ARENA, PCN y el PDC hicieron un mal cálculo, pues, creyeron que era cuestión de cúpulas, y no tomaron en cuenta que hasta en el PCN puede haber gente con dignidad, eso es lo que representa Chévez, y por eso lo maltrataron y humillaron. Pero, al maltratar y humillar a la fórmula presidencial pecenista, también humillaron a buena parte del electorado evangélico, de ahí que, si las cuentas las hicieron de forma simplista, a partir de los votos que supuestamente podrían obtener del PDC y del PCN, se equivocaron, porque, aunque el voto del PCN es de derecha, tratándose de los evangélicos, debe tenerse presente la dignidad, y esa fue mancillada en este caso.Los pastores de la Iglesia ELIM tienen justa razón cuando dicen que: “Los partidos PCN y ARENA han dañado, ofendido y humillado la fórmula presidencial, junto a ellos también a la ciudadanía cristiana que tiene el deseo de apoyarles”. Seguramente, el 15 de marzo harán notar su descontento. Así sea.