La presentación, encabezada por la diputada María Antonieta Saa (PPD), implica una modificación del Código Civil para regular los pactos y uniones civiles hetero y homosexuales.
Junto a los parlamentarios, estuvo presente la vocera del comando de Eduardo Frei, Paula Narváez, quien manifestó el apoyo al proyecto “para lograr un instrumento legal que permita a miles de familias que tienen distintas formas de hacer familia tener su espacio de regulación”.
Narváez sostuvo que “para Eduardo Frei, el tema de la plena integración de todos los chilenos, independiente de su condición y opciones, es un tema de derechos humanos”, subrayando el “compromiso con la diversidad” del candidato concertacionista.
El texto del Pacto de Unión Civil (PUC) fue elaborado por el Movilh junto a los abogados Mauricio Tapia (Universidad de Chile) y Carlos Pizarro (Universidad Diego Portales) y había sido respaldado también por algunos parlamentarios de RN.
Dividido en 14 artículos, el proyecto contempla modificaciones al Código Civil, al Código del Trabajo, a la Ley sobre Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales, a Ley del Nuevo Sistema de Pensiones y a la Ley del Sistema de Prestaciones Familiares y Subsidios.
“Si la mayoría está de acuerdo y si ganan las cámaras con discursos progresistas, pues bien, que esto se discuta donde debe ser, en el Congreso Nacional. Ahí todas las ideas deben votarse y fundirse en caso de ser necesario”, sostuvo el presidente del Movilh, Rolando Jiménez.
Jiménez explicó que “el PUC no es necesariamente la ley que saldrá del Congreso, lo sabemos, pero hasta ahora es la única propuesta integral, amplia y de mayor apoyo, y por tanto la base para debatir en serio y trasladar el debate de los medios al Parlamento”.
El Pacto de Unión Civil es el único sobre la materia ingresado al Parlamento que considera a parejas homosexuales y heterosexuales y abarca cada una de las demandas que circulan en el ambiente: derechos patrimoniales, de herencia, de previsión y de salud entre otros.
Iniciativas distintas que antes llegaron al Parlamento sólo consideraban a parejas homosexuales (como lo fue la primera propuesta del Movilh en el 2003) o a heterosexuales, o sólo hacían referencia genérica a la unión civil, sin precisar derechos.
“Acá todos, la derecha, la Concertación, los independientes y el gobierno deben entonces demostrar qué tan progresistas son. El sector que representamos está cansado de escuchar buenas palabras, sin que las mismas tengan traducción práctica”, dijo el activista de este movimiento Juan Hernández.