Basshunter - All I Ever Wanted

Blogalaxia
Peru Blogs
Latest News

Las indígenas de Camboya, marcadas por la violencia

sábado, 7 de marzo de 2009 , Posted by Agencia la Voz at 21:17


CAMBOYA-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Una de cada seis mujeres indígenas de Camboya sufre violencia de género. En más de la mitad de los casos, las agresiones están asociadas con el alcohol, un producto que ha pasado de ser ceremonial a cotidiano, en un intento de huida de una pobreza que la crisis está agudizando.


El dato procede de un estudio financiado por la AECID y realizado por la ONG española Psicólogos Sin Fronteras, que lleva varios años trabajando con las poblaciones de Ratanakiri, una provincia al noreste del país asiático.
Más de 300 cuestionarios distribuidos en 26 poblaciones de la zona han servido para describir la situación de un colectivo que cada día se aleja más de los Objetivos del Milenio, aprobados por la ONU para el año 2015.
En esa perdida zona del planeta, fronteriza con Laos y Vietnam, se estima que habitan 14.000 mujeres de las étnias jarai, tampoun, kachok y phonong en edad reproductiva (entre 15 y 49 años). La mayoría (un 60%) se casan entre los 15 y los 18 años, algunas aseguran que pasaron ese trámite con tan solo 11.
Héctor Rifá, responsable de Psicólogos Sin Fronteras, explica que se trata de una costumbre ancestral que implica que el 47% tenga hijos a edades muy tempranas y a lo largo de toda su vida fértil.

Justificar la violencia
Para una de cada cuatro mujeres indígenas, las agresiones de sus parejas están justificadas, aun cuando reconocen que están asociadas a la bebida. Son minoría los casos en los que acudieron a buscar ayuda externa y tan sólo un 8% asegura que la toma de decisiones en su familia es compartida. Un 47% responde que las órdenes las da el marido y el resto no contesta.
La marginalidad social en la que viven en Camboya se ve reflejada en el hecho de que un 63% no hablan el khemer, la lengua oficial del país, aun cuando dependen de los servicios públicos sanitarios para salir adelante. "La medicina tradicional prácticamente la han perdido, prefieren tomar pastillas, aunque los servicios de salud son muy escasos en la zona", explica Rifá.
Inmersos en un profundo cambio de estilo de vida, en una zona donde la deforestación hace estragos, los indígenas de Ratanakiri han encontrado lo peor de la modernidad, sin recibir a cambio ninguna de sus ventajas. Las cifras de mortalidad infantil por debajo de los cinco años es de 250 por mil, peor que en el África Subsahariana y de los pequeños que sobreviven, sólo el 35% son escolarizados.

También mueren las madres. Un 72% de las mujeres asegura que conocen a una que murió durante el parto, que en casi todos los casos se realiza en casa con ayuda de una partera de la población. "Uno de los problemas es que cortan el cordón umbilical con un trozo de bambú que trae el padre; es una tradición que causa numerosas infecciones y a la que estamos buscando una solución que no choque con sus costumbres", señala Rifá.
Pero son muchos los frentes abiertos. No hay cuidados prenatales ni postnatales y la política oficial es que cuenten con un centro de salud a una distancia de un día caminando. El psicólogo español, que ha participado en la apertura de varios centros de salud en la zona, considera que "éste es un criterio muy relativo porque es un día de ida y otro de vuelta, y a veces llevando a cuestas una camilla con el enfermo".
Rifá, que aún se ocupa de la situación de la joven indígena que apareció en la región tras haber pasado muchos años perdida en la selva, está también involucrado en un programa de asistencia psico-social en Ratanakiri, en colaboración con las autoridades camboyanas.
Se trata de ayudar a unas familias, y especialmente a las mujeres, ante una situación de pobreza y marginalidad que ha modificado su forma de vida, tras ser deslumbrados por un 'desarrollo' que es ficticio. "Muchos indígenas han mal vendido sus tierras para comprarse motos o coches que acaban destrozados por caminos de tierra. Van a las poblaciones cercanas y se gastan el dinero hasta quedarse sin nada", explica el psicólogo.
Con los cambios sociales, en las selvas del norte de Camboya, las culturas comunitarias han desaparecido: las familias se han disgregado por el territorio, lo que las convierte en presas más fáciles de aquellos que quieren hacerse con sus territorios para convertirlos en plantaciones de caucho.


La crisis llega a la selva
Los que mantienen sus tierras empiezan a notar los efectos de la crisis global, aunque no les llegaron igual los beneficios de los años de bonanza. Cuenta Rifá que muchos pequeños agricultores de Ratanakiri que comenzaron a cultivar yuca y anacardos para darles salida en un mercado, ahora se están arruinando con la bajada de los precios. La organización Psicólogos Sin Fronteras, pese a todo, sigue empeñada en mejorar, en la medida de sus posibilidades, la situación de estas comunidades para que modifiquen algunos comportamientos, pero siempre dentro de su contexto cultural.
Con este fin, tiene previsto coordinar una unidad de Salud Mental en el hospital de la región, a la vez que se pone en marcha una unidad móvil que atienda a las necesidades psicosociales de los indígenas en sus propias aldeas.
Respecto a la joven camboyana que tanto revuelo mediático lenvató en su día, Rifá cuenta que sufre una sordera crónica que le impide integrarse plenamente en su comunidad, si bien su estado mental es normal y participa de las tareas familiares.

Currently have 0 comentarios: