New York.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) En una histórica votación de 89 a 52 celebrada anoche, la Asamblea Estatal (diputados) con sede en Albany la capital del estado, aprobó la unión entre parejas homosexuales, lesbianas, bisexuales y transvertidas.

La votación llegó después de varios intentos que fracasaron en años anteriores, estando la asamblea en control republicano. La iniciativa, que fue sometida por el gobernador David Paterson, deberá pasar ahora su principal prueba de fuego que es el sufragio en el senado, pero los observadores vaticinan que en esa cámara, talvez, enfrente el peor de sus escollos debido a que legisladores demócratas conservadores están contra las uniones civiles de los homosexuales, entre ellos el Reverendo Rubén Díaz.
El Pastor que dirige la Asociación de Ministros Hispanos con más 300 iglesias en su grupo se ha pronunciado sistemáticamente contra esa ley y en la década de los noventas tuvo que renunciar como Miembro de la Junta de Querellas Civiles (CCRB, siglas en inglés) por su postura contra la comunidad gay.

“Lo que hemos hecho es legislar para reconocer los derechos civiles de los homosexuales del estado de Nueva York”, dijo el asambleísta Tittone Mateo de Staten Island públicamente declarado homosexual.
Según los críticos de la pieza legislativa, de ser aprobada finalmente en el senado, se socavaría la fuerza tradicional del matrimonio y los servicios públicos se verían afectados porque tendrían que abrir salas y dormitorios específicamente para quienes se declaren del “otro lado”.
Las instituciones religiosas tampoco aceptarían ni darían servicios a las parejas homosexuales. Por su parte, el asambleísta Dov Hikind (Demócrata de Brooklyn) dijo que la aprobación contraviene lo establecido en la Biblia. “De eso es que se trata, de lo que habla la Biblia. Se trata de lo que yo creo que Dios quiere”, agregó el legislador.
Malcom Smith también asambleísta demócrata de Queens y líder de la mayoría mantuvo su posición de respaldar el matrimonio entre parejas del mismo sexo, pero había dicho que no llevaría la propuesta a debate a menos que no hubiera suficientes votos.