El estudiante de derecho Fabián Chibcha, uno de los novios, señaló a periodistas que la boda religiosa "fue un sueño hecho realidad" y dijo que junto a su compañero decidieron una boda religiosa como una forma de reivindicar su derecho de profesar públicamente su fe.
"Ya teníamos la posibilidad de convertirnos en pareja ante la ley, ahora lo hicimos ante Dios", señaló Chibcha.
La boda fue celebrada en un rito conducido por sacerdotes de la Comunidad de Misioneros de San Pablo, una congregación creada por antiguos sacerdotes católicos, disidentes de Roma.
La jerarquía católica rechazó la celebración de la ceremonia religiosa que dijo carece de validez como sacramento. Se trata de un hecho "inaceptable", señaló monseñor Fracisco Nieto, obispo auxiliar de Bogotá.