Fueron los primeros 50 indocumentados del Centro de Detención de Broadview, la mayoría de ellos mexicanos, que recibieron formalmente asistencia espiritual a bordo de los autobuses que estaban por partir hacia el aeropuerto O´hare.
Un pastor cristiano y un metodista, realizaron la mañana del viernes el primer servicio, apresurados por los guardias y en el estrecho espacio en el que se distribuyeron para tener un mayor acercamiento con los inmigrantes.
Los pastores aún no logran el acceso que han reclamado al penal, ubicado al norte de Chicago, ni facilidades para tener un contacto personal con los detenidos, pero subir a un autobús y ofrecer una oración general significa un gran paso para ellos.
El pastor Freddy Santiago, de la Iglesia Rebaño Cristiano, fue el encargado de oficiar la breve oración en sólo tres de los varios autobuses que cada semana trasladan muy temprano al aeropuerto a quienes serán deportados.
“Pudimos ver en los rostros que hay una gran necesidad de los detenidos por tener ese contacto con un líder espiritual”, relató en entrevista el religioso de la iglesia situada en el vecindario puertorriqueño de Humbolt Park, en Chicago.
“Abrieron la puerta y nos permitieron subir rápido a los autobuses. Estaban asustados, pero al saber quienes éramos brilló una luz en sus rostros. Muchos de los detenidos lloraron cuando empecé a orar, iban encadenados como criminales terroristas”, expresó.