De esta manera los magistrados del tribunal dieron su visto bueno a la conocida como Proposición 8, una iniciativa popular aprobada en un referendo el pasado 4 de noviembre que se opone la matrimonio entre personas del mismo sexo en California.
Las bodas gay fueron autorizadas en mayo de 2008 por el máximo tribunal del estado, que eliminó un artículo de la Constitución californiana que definía el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.
Se calcula que tras el dictamen, unas 18.000 parejas del mismo sexo se casaron formalmente.
Pero el pasado 4 de noviembre, en paralelo con las elecciones presidenciales, algo más del 52% de los votantes respaldaron la Proposición 8, que enmienda la Constitución para que se restituya la definición tradicional de matrimonio.
En la campaña en contra y a favor de la Proposición 8 se gastaron alrededor de US$80 millones.
En aquel momento los defensores de los derechos de los homosexuales apelaron al alto tribunal en contra de la iniciativa popular argumentando que la medida violaba los derechos civiles de los homosexuales.
Además, según explica el corresponsal de la BBC en Los Ángeles, Peter Bowes, los que se oponen a la medida sostenían que el referendo promovía la reforma del texto constitucional estatal, algo que sólo puede ser llevado a votación tras una aprobación hecha por los dos tercios de la legislatura californiana.

Pero la Corte Suprema rechazó este argumento.
Tras conocerse la decisión, una multitud de manifestantes se congregaron a las afueras de de la sede del tribunal en San Francisco para protestar.
Los activistas dijeron que planean volver a someter la cuestión a referendo en una futura elección.
En la campaña en contra y a favor de la Proposición 8 se gastaron alrededor de US$80 millones, lo que la convierte en la iniciativa social sometida a referendo más cara en la historia de EE.UU.
En ese país actualmente el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en cinco Estados: Massachusetts, Connecticut, Maine, Vermont y Iowa.