El presidente de la Iglesia Renacer, obispo Geraldo Tenuta, quien además es diputado federal paulista por el Partido Demócrata, insistió nuevamente en que el techo no ofrecía peligro.
Nunca permitiría la entrada de fieles a un lugar peligroso, reiteró ante la prensa y prometió indemnizar a las familias de las víctimas.
Pero la credibilidad de Tenuta está en baja pues primero negó que el templo hubiera sido objeto de reparaciones recientes y luego trascendió que en noviembre último se cambiaron las tejas sin autorización legal municipal.
Renacer ha presentado documentos según los cuales el uso del recinto para cultos estaba autorizado y avalado por informes técnicos.

Pero la Prefectura respondió que esos papeles sólo hablan de salidas de emergencia y equipos de seguridad y recordó que “las condiciones estructurales de un inmueble son entera responsabilidad del propietario”.
El Ministerio Público (Fiscalía) evocó que en 1988 el Instituto de Pesquisas Tecnológicas detectó riesgos en la estructura que sustentaba el tejado y orientó reformas.
En tanto, el concejal Antonio Donato, quien presidió una Comisión Parlamentaria Investigadora (CPI) de la Cámara Municipal, reveló un nuevo ángulo del problema.
Según Donato, el lobby de la bancada evangélica presionó e impidió que la Cámara Municipal investigara en 2006 los templos cuando se revisaban las instalaciones donde se concentra gran cantidad de personas.
En aquella oportunidad la bancada evangélica logró limitar el trabajo de la CPI a “locales de reunión destinados a actividades comerciales, entretenimiento y recreación”, lo cual impidió verificar en los templos.